miércoles, 30 de julio de 2008
REVISIONANDO LA AUSENCIA 2
Yo seguía preguntando, después de varias horas, hay mi curiosidad……………(insoportable), no?
luego yo te conté de “C”, y todo fue como un huracán, no por él, por las situaciones, casi sin saber cómo ni tener control de eso, y es que así suceden las cosas, solo suceden!; y ahora está muy bien, y es que las mujeres buscamos esas cosas, estar bien con alguien,,,,,,,,,,
y me contaste de “A”, cómo?, todas esas cosas graciosas, , yo pensé que …..
----------- al parecer las situaciones no las decidimos, me lo dijiste tú?, alguna vez?, quiero pensar que todo volverá a su lugar, es decir las cosas, no serán como antes, pero cambiaran para mejor, un ratito y prendí un cigarro, hiciste lo mismo, … y seguiste hablando, de “M”, de “D”, de ….(continúa la lista).
Luego conversamos del trabajo conjunto (de hace unos meses), ya no volví allá, pero tú sí, hay cosas nuevas por hacer, me dijiste, ojala haya otra oportunidad de algo en conjunto, eso espero YO, me gustó trabajar contigo, (abrazos); era el momento de hablar de lo que hacíamos (chamba), ahora me doy cuenta por qué de la distancia, muchas horas ocupadas, y las restantes, bueno………dedicadas a nuestros 2 (dos).
No se cómo pero estuvimos caminando, dando vueltas al parque, había pasado un buen rato en eso, miraste tu reloj, ya eran casi la una, entonces decidimos ir al lugar, para ver yo en qué condiciones estaba, claro que antes no era el mejor de los lugares, pero la buena música, la gente, lo hacían especial (muchas cosas he vivido ahí)….
acercándonos cada vez más a nuestro destino, sentía emoción, al llegar a la puerta me di cuanta que ya todo era distinto, no hacía falta ver más, ya lo sabía, lo sabía! , pero igual entramos, tú avanzaste unos pasos, los míos más lentos (parecía negarse algo en mí), volteaste para verme y me dijiste vamos, o no quieres entrar?, dije si con la cabeza, agarré tu mano (como sin en ese gesto me hiciera soportar cualquier desilusión o shock) y entramos, y QUÉ!!!!!!!!! , parecía que un restaurante?, una cebichería?, bar?, es que, como dice la canción no queda nada, pero sí la música, aún era buena, pero el lugar no, NO!
…nos quedamos un ratito, tomamos una jarra de chela, y luego partimos………………..con destino a……………….Nébula, Nébula?, dije YO, y me dijiste que me gustaría, así que fuimos, y al entrar me quedé sorprendida, y es que siempre pensé que era un antro, y bailé, bailamos, tomamos, conversamos, reímos,y lasa horas?, el tiempo?, no importaba, … total era fin de semana, nos reencontrábamos, me sentía como antes, eran motivos suficientes para seguir y seguir y seguir, hasta………..el día siguiente.
lunes, 7 de julio de 2008
UNA NOCHE Y LOS PASADOS
Era ya la tarde del día, redirigía a mi casa después de ver un trabajo, cuando recibí tu llamada, cuando vi tu nombre en la pantalla de mi cel, pensé cuanto tiempo ha pasado desde la última vez que nos vimos, y claro nuestros asunto particulares nos distanciaron; al contestar recordé lo agradable que es escuchar tu voz, y bueno en medio del apuro decidimos encontrarnos en la noche para conversar y saber de cada uno.
Treinta minutos antes de la hora, ya estaba listo, entonces decidí adelantar pues caminar hasta el lugar podría llevarme entre quince y veinte minutos, caminando pausadamente, y llegué, observé el lugar, en el primer piso, que en verdad es un semi-sótano estaba casi todas las mesas ocupadas, igual las mesas que se encuentran en la vereda, miré hacia la ventana, a través de la cual se intuía algo vacía, por el poco movimiento, además no habían personas detrás de la ventana, lo cual aquellas mesas estaban desocupadas; deduje que no habías llegado, miré mi reloj, faltaban diez minutos, los cuales parecían alargarse, caminé hacia la esquina y regresé, unos minutos después te vi llegar, estabas igual, sonriente, alegre, vestida para la ocasión (por el clima), un polo guinda oscuro, con una chompa abierta color gris, una minifalda escocesa en tonos grises y verdes oscuros, unas panties del mismo color que el polo y tus botines negros (infaltables).
Nos saludamos, nos abrazamos (esa costumbre no perdida felizmente), dijimos varias cosas al mismo tiempo, nos reímos, y creo que la gente nos veía como si estuviésemos locos, y talvez era así, fuimos al segundo piso, que estaba vacío, y es más privado, ya sentados te dije que empezaras, y empezaste, y muchas cosas dichas, cosas sucedidas, que se interrumpió cuando la chica que atendía se paró al lado de la mesa, pedimos dos cafés, además de un torta que te morías de ganas de probar (esto no lo contaste, seguro para que tus amigas no te descubran), y que al final terminé comiéndomelo yo; me veías con esos ojos chispeantes, que revelaban curiosidad por lo que te decía, yo estaba igual, y tú contando sobre tu trabajo, tus amigos, él, siempre haciendo esos gestitos tan graciosos, y yo riéndome, y tú que me decías que no me burle de ti, pero sabes que no es burla; es por eso que siempre me gustó conversar contigo, es tan agradable.
Y claro la conversación se dirigió de manera natural hacia cosas personales y privadas que para nosotros, en nuestra pequeña sociedad de gran complicidad todo se puede contar (que no se ha perdido con la ausencia), y es que tú hiciste que el tiempo pasado sin vernos no existiera.
Luego de hora y media decidimos tomar no otro café sino unas chelas, y la señorita nuevamente al lado de la mesa a nuestro llamado, y las pedimos, mirándonos como si fuese algo que no debíamos hacer, y ya con la chelas mas un piqueo, todo adquirió un tono mucho más suelto (más de lo que ya era), nos reíamos de todo, la gente de abajo alzaba la mirada, y en la conversa era inevitable preguntar por nuestra situación sentimental, y me alegré por ti, y tú te preocupaste por mí, con algo de nerviosismo, agarrados de las manos, como apoyo a nuestras palabras. Luego vimos que los mozos guardaban las sillas y mesas que estaban en la vereda, era hora de salir, terminamos nuestras chelas, la chica parada con la cuenta, quisiste pagar también, te dije que pagaría yo, la siguiente me invitarías, reíste y me dijiste que sería como antes.
Bajamos por la escalera, una vez en la calle , se sentía más frío, y había algo de garúa, caminamos hacia el Ovalo, y me preguntaste por ese lugar que estaba en un sótano, frente al parque, yo te dije que ahora era un karaoke, y te reíste (más por efecto de la chela), luego me preguntaste por el Estigma, te dije que ahora es otro local, que de día es un restaurante y de noche un bar, hasta discoteca, mostraste curiosidad e interés, sabía que todas aquellas preguntas eran porque la noche continuaba, entonces….